viernes, 26 de diciembre de 2014

¡RAYOS Y CENTELLAS, ESTAS EMPRESAS CASI SE  ME ESTRELLAN!

Klee ideó una academia
de arte comercial muy original.
Aunque pronto sus ideales
se desvanecerían.
La situación cambiaría:
La desconfianza y la desmotivación
se apoderó de sus empleados.

El mejor de ellos
en abandonarlo no tardaría
al percibir que,
las creencias individuales sobre
las expectativas mutuas
no se habían alcanzado.
Así, el contrato psicológico fue violado.

Además de este gran error,
Klee otro cometió:
Del ajuste persona-trabajo
desde el principio se olvidó.

Si quieres una empresa de calidad montar,
o bien en ella trabajar,
ambas partes deben cooperar,
para el contrato psicológico no violar
y llevar a cabo una excelente socialización organizacional.

Tampoco debe descuidarse el tema del liderazgo
como le ocurrió a Carla que,
por no saber influir de forma eficaz
sobre sus subordinados
su proyecto terminaría malparado.

Carla, su liderazgo coercitivo debería
sustituir por el orientativo.
Para ello le proponemos una solución:
El proceso de coaching sería lo mejor,
siendo necesario para ella y para su equipo.
De aquí surgiría un liderazgo compartido,
que a Carla permitiría ausentarse
sin que su proyecto se viese interrumpido.


¿Y qué decir de Alberto Carrasco?
La respuesta es fácil,
su poder e influencia resultaron un chasco.  
Es crucial saber conceder poder
a través del empowerment.
Además de utilizar tácticas de influencia
para conseguir que se realice una tarea
de forma inmediata y sin resistencia.

Dejando aparcado el caso de Alberto
nos centramos en el de Ernesto,
presidente de la editorial LEA,
sobre la que circulaban
rumores de cambio y pelea.

Las partes tenían distintas aspiraciones
que no podían ser logradas
sin negociaciones.
No se trata de oponerse al conflicto,
sino de gestionarlo lo mejor posible
para alcanzar los objetivos de manera asequible.

Figura importante es el mediador,
imparcial e independiente,
cuyo objetivo es hacer que se entienda la gente.

En Sevilla, en unas oficinas
de la empresa ILP, trabaja Javier Fuentes
quien percibe un mal ambiente
al incorporarse a un equipo internacional
fuera de esta ciudad.

Consideraba que allí,
ni el clima ni la cultura organizacional
eran los más adecuados.
La diversidad cultural
tampoco era fuente de creatividad.
El equipo no aprovechaba todo su potencial.

¿Cómo esta situación remediar?
Para ello, una serie de elementos se deben cambiar:
Artefactos, valores y presunciones subyacentes
servirán para mejorar los niveles de cultura.
Y para la diversidad cultural arreglar,
una buena gestión de la misma se ha de implantar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario